En Argentina una nueva ola de controversia sobre laaumento de salarios de los senadores. A partir de este mes, los 72 miembros de la Senado verán aumentar su remuneración mensual un 6,5 por ciento, hasta alcanzar casi 8 millones de pesos netos mensuales, equivalentes a aproximadamente 7.650 euros. EL’aumento de las prestaciones es el resultado de una resolución votada por los propios senadores en marzo pasado, que triplicó sus salarios. Las dietas de los senadores, de hecho, están «vinculadas» a los aumentos establecidos por las comisiones mixtas de administración pública, que llevaron a este aumento significativo.
En Argentina hay polémica por el aumento de sueldo de los senadores
A pesar de las promesas hechas por los partidos gubernamentales representados en el parlamento de convocar una sesión extraordinaria para anular esta resolución y «desvincular» las asignaciones salariales de futuros aumentos, tal sesión nunca se organizó. Esto ha alimentado la frustración y las críticas de losopinión públicaconsiderando que la actual coalición de gobierno se lo había jugado todo a la ‘motosierra‘de’anti-castasobre la reducción de costos estatales y de política
>>>>Argentina, cuanto gana el presidente Milei (que como diputado daba su sueldo por sorteo)
El presidente argentino, Javier Mileidijo estar en contra del aumento y, tras conocerse la noticia, volvió a publicar una serie de mensajes de usuarios en las redes sociales, muchos de los cuales expresaban duras críticas e insultos dirigidos a los senadores. En un mensaje personal, el presidente calificó el aumento de «vergonzoso», subrayando que su salario, así como el de los miembros del poder ejecutivo, permanece congelado desde el 10 de diciembre de 2023, fecha de su toma de posesión.
La decisión de aumentar los salarios de los senadores inevitablemente causó revuelo indignación en un país que sigue luchando contra serios problemas económicosincluida una inflación aún entre las tres más altas del mundo y un creciente descontento social. Este aumento, percibido como una señal más de separación entre la clase política y el pueblo, corre el riesgo de intensificar las tensiones políticas y sociales en Argentina.
Mientras el debate continúa, queda por ver si la presión pública logrará obligar a los senadores a reconsiderar su decisión, o si este episodio resultará en una mayor disminución de la confianza en las instituciones gubernamentales del país.