“Veto total”: con este comunicado en redes sociales, el presidente Javier Milei ha anunciado que vetará la ley de financiación universitaria recién aprobado por el parlamento. Una decisión en parte de política económica y en parte de carácter político-ideológico: en los últimos meses la universidades delArgentina dieron la alarma sobre la imposibilidad de garantizar la normalidad enseñanza y el investigación por razones financieras.
Argentina, Milei anuncia veto a ley de financiamiento universitario
El universidades argentinas llevan meses quejándose de que los niveles de gasto no se han ajustado al altísimo nivel inflaciónpero el ejecutivo liderado por los libertarios insiste en la racionalización de costosmientras todo el sector de la investigación, apoyado también a nivel internacional, pide a Milei que no deje morir el pujante sector del conocimiento nacional. El pasado mes de marzo, 68 premios Nobel firmaron un documento condenando la cortes impuesto por el presidente. Milei, sin embargo, sigue el mantra desuperávit presupuestario.
Y el riesgo de que la ley de financiación universitaria pueda poner en peligro el objetivo del superávit presupuestario es el motivo del ‘no’ de Milei. Sin embargo, como explica la oficina de presupuesto del parlamento, en pocas palabras el impacto de la ley sobre las finanzas públicas sería de 735.598 millones de pesos, es decir, el 0,14 por ciento del producto interior bruto. Nada, en definitiva.
La ley recién aprobada por la Cámara y el Senado prevé la actualización bimestral de los fondos destinados a gastos de funcionamiento, salarios del personal docente y no docente (con retroactividad a partir de diciembre de 2023) e investigaciones con base en la tasa de inflación oficial. Una inflación que, hay que decirlo, según el gobierno está destinada a bajar a cero en los próximos meses y que, por tanto, sería un problema casi inexistente.
La ley de financiación universitaria fue aprobada gracias al voto favorable de la oposición peronista pero también de algunos exponentes más moderados de la coalición que apoya al actual Ejecutivo, mientras que los votos en contra provinieron de diputados y senadores más leales al líder de La Libertad Avanza. . En una sesión en la que – el detalle no es insignificante – se rechazó el decreto presidencial que aumentaba en 100 mil millones de pesos los gastos extraordinarios de Side, la nueva secretaría de inteligencia del Estado.