La Asociación Francesa Mundial (ADFE) ha presentado el Barómetro Mundial Francés 2024. El estudio, realizado entre 22.588 encuestados en 164 países, ofrece una visión detallada de las condiciones de vida, las preocupaciones y las expectativas de los franceses que viven en el «extranjero». La edición de 2024 pone de relieve diversas cuestiones, que van desde la jubilación hasta la relación con Francia, pasando por la educación y el empleo.
Por tercera vez, la Asociación Francesa Mundial (ADFE) presenta su Barómetro Mundial Francés, una encuesta que pone de relieve las preocupaciones de los franceses expatriados sobre una amplia variedad de temas como la política, la educación, las pensiones o el empleo. Para la edición de 2024, un número récord de 22.588 franceses respondieron a las preguntas de ADFE, revelando los principales motivos de preocupación y satisfacción de los franceses en el extranjero.
La jubilación como principal motivo de preocupación para los franceses en el extranjero
La jubilación es una de las principales preocupaciones de muchos expatriados (48,5%), especialmente debido a las complejidades administrativas relacionadas con el reconocimiento de las contribuciones realizadas en el extranjero. Los franceses residentes en el extranjero expresan su preocupación por el reconocimiento de sus aportaciones realizadas fuera de Francia por el sistema nacional de pensiones, lo que podría limitar sus derechos futuros.
Algunos se ven obligados a contribuir simultáneamente en su país de acogida y en Francia, lo que supone una carga financiera importante. Los procedimientos administrativos para hacer valer sus derechos, particularmente cuando han ejercido en varios países, a menudo se perciben como largos y complicados.
La situación internacional también preocupa a los expatriados
El 46,4% de los franceses residentes en el extranjero también tienen grandes expectativas en cuanto a la gestión de las cuestiones internacionales. En particular, esperan que se refuercen los servicios consulares para poder beneficiarse de información fiable y de un asesoramiento rápido en caso de crisis. Entre sus principales demandas se encuentra la creación de mecanismos específicos de apoyo y evacuación durante desastres naturales o disturbios políticos. También piden mejores acuerdos bilaterales para garantizar sus derechos en contextos internacionales inestables, así como una mayor comunicación de las autoridades francesas sobre los riesgos globales y las medidas de seguridad a adoptar.
Un vínculo complejo con Francia
Aunque el 86,5% de los expatriados franceses se consideran muy apegados a su nacionalidad y a su cultura, también expresan frustraciones. Están especialmente relacionados con la complejidad de los procedimientos administrativos, la doble imposición y la falta de recursos de los servicios consulares. El derecho a votar en las elecciones presidenciales es considerado importante o muy importante por el 86,1% de los encuestados y simboliza su pertenencia a la nación francesa para el 27,5% de ellos.
Sólo el 28,4% de los expatriados se plantean regresar a Francia, principalmente por motivos familiares (44,6%). Para las personas que viven en el extranjero desde hace más de 20 años, la perspectiva de regresar a Francia disminuye drásticamente (24,7%). El modo de vida en el extranjero sigue siendo la preferencia del 55,5% de los encuestados, y el 13,7% de ellos incluso menciona una pérdida de vínculo cultural con Francia.
Empleo e integración profesional de los expatriados franceses
Los franceses que viven en el extranjero manifiestan dificultades para que sus títulos sean reconocidos en su país de acogida. Los procedimientos de validación de las competencias adquiridas en Francia pueden ser largos, complejos y costosos. Sin embargo, son imprescindibles para acceder a puestos de trabajo correspondientes a su nivel de cualificación. En los países sin convenios bilaterales de reconocimiento de diplomas, estas dificultades se agravan, provocando frustraciones y descensos de categoría profesionales que a largo plazo afectan a la moral y a la satisfacción de estos franceses establecidos fuera de Francia, precisa el barómetro.
La barrera lingüística y la discriminación ligada a la nacionalidad también frenan la integración de los franceses. El informe recomienda reforzar los acuerdos bilaterales y aumentar el apoyo al empleo, en particular mediante programas de formación continua y cursos de idiomas.
La educación sigue siendo fundamental para los expatriados
En muchos países, los centros educativos franceses autorizados son pocos y tienen una capacidad de acogida limitada. Las familias que no tienen acceso a él se ven obligadas a recurrir a establecimientos locales o internacionales, a menudo muy alejados de los estándares educativos franceses. Esto puede plantear dificultades para la continuidad educativa, en particular para los niños que deben reintegrarse al sistema educativo francés después de una estancia en el extranjero.
Así, el 58,5% de los encuestados considera importantes o muy importantes los cursos bilingües, y el 57% valora las clases de francés para sus hijos. El acceso a la educación superior en Francia también es percibido como muy importante por el 65,1% de los encuestados. El costo de estudiar en estos establecimientos es un problema importante, especialmente en las grandes ciudades donde el costo de vida es alto. Existen becas escolares, pero no siempre cubren todos los costos y muchas familias consideran que los criterios de elegibilidad son demasiado restrictivos.
Servicios consulares criticados en el Barómetro
Los servicios consulares, considerados insuficientes, también tienen dificultades para responder a las solicitudes de los expatriados. Esto se traduce en importantes tiempos de espera, difícil acceso a las citas y falta de disponibilidad de servicios. Por lo tanto, los retrasos en la obtención de documentos esenciales, como pasaportes o documentos de identidad, suelen ser demasiado largos.
Casi el 47,5% de los franceses en el extranjero encuestados afirman no conocer o utilizar mal la Caisse des Français de l’Étranger (CFE). El acceso a los servicios consulares suele ser complicado, especialmente para las personas que viven lejos de las grandes ciudades donde se encuentran los consulados, que a menudo están saturados, lo que limita su capacidad de responder rápida y eficientemente a las solicitudes.
Las recomendaciones del barómetro incluyen la digitalización de los servicios y la creación de un portal centralizado para simplificar los procedimientos con un sistema de seguimiento personalizado que permita a los franceses seguir el progreso de sus procedimientos en tiempo real. Más del 86% de los encuestados cree que es importante recibir apoyo en línea del consulado en los trámites cotidianos.