El sábado 2 de noviembre de 2024, la marcha del orgullo gay de Buenos Aires reunió a casi 2 millones de personas. Siendo el primero desde la elección de Javier Milei y el establecimiento de su gobierno abiertamente homofóbico, este 33º orgullo porteño se desarrolló bajo el signo de la protesta, la resistencia pero también la celebración de la comunidad. De vuelta a este día del arcoíris.
La Marcha del Orgullo: una gran fiesta popular
Mientras el resto del mundo celebra el mes y la Marcha del Orgullo en junio, Argentina tomó la decisión de instaurarla en noviembre, en honor a la fecha de fundación del primer colectivo homosexual del país y del continente, Nuestro Mundo en noviembre de 1967. En 2010, el país fue el primer país de la región en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo y desde entonces, Buenos Aires ha sido reconocida como la ciudad más “gay-friendly” de América Latina. Esto explica la importancia de la comunidad LGBTQ+ en la capital argentina. Así, como cada año desde 1992, la comunidad queer de Buenos Aires se reunió este sábado 2 de noviembre de 2024 en las calles de la capital para celebrar sus derechos, sus libertades y su amor. La Avenida de Mayo se tiñó con los colores del arcoíris y reunió a cientos de miles de argentinos de todas las edades y orígenes sociales. Parejas, familias del mismo sexo, grupos de amigos se fusionaron formando una enorme multitud, formando un desfile que duró varias horas. La energía vibrante habitual en las marchas del orgullo en todo el mundo se apoderó de la capital con música, baile y la alegría de estar juntos.
El primer orgullo desde que Javier Milei llegó al poder
En el poder desde el 19 de noviembre de 2023, Milei no es conocido por su compromiso con la comunidad LGBTQ+ sino por los retrocesos que quiere emprender en materia de derechos de las minorías. Esta 33ª Marcha del Orgullo de Buenos Aires es también la primera que no será financiada ni apoyada por el gobierno. El recorrido habitual tomó así un giro muy simbólico: desde la Plaza de Mayo frente a la Casa Rosada, lugar de residencia del ejecutivo, hasta la Plaza del Congreso, donde se encuentra el poder legislativo. Como recordatorio de que la comunidad LGBTQ+ argentina no se callará, no se esconderá a pesar de las actitudes homofóbicas de sus líderes. En efecto, ya sea de palabra, de hecho o de gestos, el gobierno de Liberta Avanzada (el partido de Milei) ha intensificado sus ataques con, por ejemplo, la reducción de casi el 75% de los fondos para tratamientos contra el VIH y otras ITS. A partir de entonces, los discursos se multiplicaron este sábado 2 de noviembre de 2024, para reiterar las exigencias y significar que no se tolerará ningún paso atrás.
Demandas de la comunidad LGBTQ+
Antes del inicio de la marcha (a las 16 horas), hubo discursos de activistas en la Plaza de Mayo, reiterando las demandas definidas por el comité organizador de la marcha.
“No hay libertad sin derechos y políticas públicas”. “No hay libertad con ajuste y represión” “¡Ley Integral Trans y Ley Antidiscriminación ya!” fueron los 3 lemas de la Marcha del Orgullo 2024. Los discursos se sucedieron, denunciando la inacción del gobierno y la peligrosidad del discurso de odio y patologizante hacia los gays. La prioridad también es la continuación de los procesos legislativos, en particular sobre la ley que permite una transición integral para la comunidad trans. La tarde también fue una oportunidad para recordar a las mujeres víctimas de un triple lesbicida ocurrido en mayo de 2024 en la propia Buenos Aires, que había desencadenado manifestaciones de apoyo y enojo hacia la inacción de los poderes públicos.
En resumen, el Orgullo de Buenos Aires no se trató solo de orgullo por ser LGBTQ+ sino también de demostrar que la lucha por existir es perpetua. La lucha por preservar y adquirir cada vez más derechos debe continuar mientras exista el odio.