El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, celebró su propia victoria electoral con su equipo de candidatos para el futuro gobierno. En una gala en la finca Mar-a-Lago de Trump, en el estado de Florida, estuvieron presentes varios aliados a quienes el republicano quiere colocar en altos cargos de su gobierno. Entre ellos se encontraban el declarado antivacunas Robert F. Kennedy Jr., a quien Trump quiere nombrar secretario de Salud, y el excongresista ultrarradical Matt Gaetz, que encabezará el Departamento de Justicia en el futuro.
Estaba presente la controvertida ex diputada Tulsi Gabbard, que desertó de los demócratas para pasarse a los republicanos y será ascendida a coordinadora de inteligencia, al igual que el multimillonario tecnológico Elon Musk y el ex candidato presidencial republicano Vivek Ramaswamy, que sirvieron como asesores externos de Trump con los recortes quiere confiar el gasto público. Todos estos datos personales son muy controvertidos.
Trump bromeó sobre Musk diciendo que ya no puede sacarlo de su propiedad; así es como le gusta estar allí. De hecho, a menudo se puede ver a Musk al lado de Trump en este momento.
Trump anuncia en vivo la próxima decisión de personal
El ex y futuro presidente anunció inmediatamente en el acto el próximo nombramiento: el gobernador republicano del estado de Dakota del Norte, Doug Burgum, pasará a ser secretario del Interior de su gabinete. Burgum había sido discutido durante la campaña electoral como posible candidato a vicepresidente de Trump antes de que el expresidente se decidiera por JD Vance.
En Estados Unidos, el Ministerio del Interior es el principal responsable de la administración de tierras de propiedad federal. La seguridad interna es responsabilidad del Departamento de Seguridad Nacional, que Trump quiere que en el futuro esté dirigido por la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem.
Los cargos ministeriales normalmente tienen que ser confirmados por el Senado. Sin embargo, Trump está presionando abiertamente a sus colegas de partido en la cámara para que eludan el complejo proceso de confirmación allí mediante una excepción.
En la gala también asistieron el actor Sylvester Stallone y el presidente populista de Argentina, Javier Milei. Desde que asumió el cargo hace casi un año, Milei ha adoptado un rumbo firmemente derechista en política exterior.