El 26 de octubre de 2025, los argentinos votarán para reemplazar 127 escaños de diputados y 24 escaños del Senado. También se renovarán 23 representantes de provincias y de la ciudad de Buenos Aires. Las provincias han optado por anticiparse a estas elecciones provinciales, al igual que la provincia de Buenos Aires, escenario de la primera gran derrota del presidente Javier Milei, que vio a su partido perder por 14 puntos el 7 de septiembre.
«Hemos sufrido un revés y debemos aceptarlo con responsabilidad. »
Declaró el presidente argentino la noche de su derrota. Esta primera derrota suena como un llamado de atención para Javier Milei, quien sabe que las elecciones legislativas son un tema crucial para continuar su política y aprobar sus leyes en el país. Actualmente, el presidente no tiene mayoría en el Congreso (40 escaños de 257). Javier Milei cuenta con sus elecciones para tomar el control del Congreso. Si mantiene un discurso positivo gracias a que ha reducido considerablemente la inflación y que aún cuenta con el apoyo de Estados Unidos que actualmente le permite mantener a flote el peso argentino. La oposición es cada vez más insistente.
Hacia un Congreso dividido
Un informe de La Sastrería (consultora) propone tres posibles configuraciones del Congreso tras las elecciones. Incluso en el escenario más probable, el partido de Javier Milei, La Libertad Avanza (LLA), no tendría el control del Congreso. Javier Milei se verá así obligado, como viene haciendo desde hace casi dos años, a depender de alianzas y a negociar constantemente.
Escenario 1: LLA 39%, Peronismo 33% y Provincias Unidas 10%
El partido del presidente tendría así 103 escaños de los 257. En el Senado tendría 25 escaños de los 72 posibles.
Esta es una base sólida para el gobierno donde habría pocas negociaciones.
Escenario 2: LLA y los peronistas con un 34% y Provincias Unidas un 11%
En este escenario, el partido de gobierno tendría 98 escaños, una base insuficiente para evitar negociaciones, pero si la alianza con los Pros continúa, Javier Milei no debería tener demasiadas dificultades para implementar su programa sin hacer muchas concesiones.
Escenario 3: los peronistas 36%, LLA 32% y Provincias Unidas 12%.
En este escenario, Milei enfrentaría un congreso hostil, con el peronismo dispuesto a bloquear las reformas económicas y laborales, acompañado de una CGT en confrontación institucional. La gobernanza sería frágil y la parálisis política un riesgo diario. El presidente debería moderar su discurso y reconstruir puentes con sectores del centro para mantener margen de acción durante la segunda mitad de su mandato.
El informe de La Sastrería concluye que la política argentina avanza hacia una fase de negociación ininterrumpida. Ninguna fuerza, ni el partido gobernante libertario ni el peronismo tradicional, tiene la capacidad de imponer su agenda sin intermediarios.