En el 2024 en Argentina un feminicidio cada 27 horas: estos son los datos demoledores que brinda el Observatorio sobre feminicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”, liderado por la organización La casa del encuentro. Por tanto, en el informe publicado estos últimos días todavía hay alarma sobre la violencia de genero en el país, reiterando la urgencia de implementar políticas públicas efectivas para combatir esta plaga social.
En 2024, un feminicidio cada 27 horas en Argentina
“Nuestras mujeres, niñas, niños, adolescentes y personas pertenecientes a diferentes identidades de género necesitan asegurar la implementación efectiva de políticas públicas contra la violencia de género, fortaleciendo Campañas de prevención y asistencia.en pleno cumplimiento de las leyes, los tratados internacionales y los programas existentes», se lee en el documento.
También se realizan una serie de pedidos al Ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, solicitando que los recursos destinados al políticas de género. También se solicita el desarrollo e implementación de un ‘Plan de Acción Nacional para la prevención, asistencia y erradicación de la violencia contra las mujeres’, ya previsto por la legislación vigente.
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El informe ofrece una imagen detallada de la delitos de violencia de generodestacando los siguientes escenarios: 45 víctimas habían presentado denuncia antes de ser asesinadas, 13 perpetradores de feminicidios ya estaban sujetos a medidas cautelares preventivas, 15 feminicidios fueron cometidos por miembros o ex miembros de la policía, 35 víctimas presentaban signos de abuso sexual, Probablemente 5 víctimas fueron explotadas en la prostitución, 4 víctimas estaban embarazadas en el momento del asesinato.
Además, hubo tres casos de suicidio lésbico, 8 fueron trans, 11 víctimas fueron migrantes, una pertenecía a comunidades indígenas, 39 feminicidios terminaron con el suicidio del agresor y 18 víctimas fueron asesinadas en contextos vinculados al narcotráfico.
Los datos ponen de relieve no sólo la gravedad de la situación, sino también la necesidad de intervenciones estructurales que involucren a todo el sistema social, político y judicial. La violencia de género no es un fenómeno aislado, sino una consecuencia de profundas desigualdades y de una cultura patriarcal que continúa tolerando y perpetuando la violencia. Es fundamental que el gobierno argentino y todas las instituciones competentes respondan a esta emergencia con acciones concretas y coordinadas, garantizando recursos adecuados y promoviendo un cambio cultural que ponga fin a todas las formas de violencia y discriminación.