Margot Grellier del podcast Langue à Langue: “Traducir es un verdadero arte”

Margot Grellier, a través de su podcast Langue à Langue, ofrece a los traductores literarios una plataforma vibrante e íntima para hacer hablar a una profesión a menudo silenciosa. Desde su herencia familiar hasta los peligros que acechan a la profesión, Margot revela los secretos de un arte poco conocido pero esencial para “tender puentes y unir culturas”.

Si los traductores suelen permanecer a la sombra de las obras que permiten descubrir al público, Margot Grellier, productora y creadora del podcast Langue à Langue, ha decidido poner el foco en los contrabandistas de palabras y culturas. Con su proyecto da voz a traductores literarios de lenguas de todo el mundo y abre un nuevo espacio de reflexión sobre cuestiones poco conocidas de la traducción literaria, al tiempo que explora las sutilezas de las lenguas.

Una pasión arraigada en la herencia familiar

Desde pequeña, Margot estuvo inmersa en el mundo de la traducción gracias a su padre, él mismo traductor literario. “Crecí rodeado de diccionarios e historias traducidas, mi padre compartió conmigo los desafíos que encontró en su trabajo”confiesa con nostalgia. Un caldo de cultivo familiar que alimentó su amor por las lenguas y las palabras, pasión que cultivó a través de una formación en literatura y una curiosidad insaciable por las culturas extranjeras.

En 2013, durante el Congreso de Traducción Literaria de Arlés, Margot hizo clic. Participa en un taller de traducción del islandés, una lengua que no domina y que le revela toda la magia del arte de los idiomas y de la traducción. “Aun sin hablar el idioma, logramos entender las cuestiones de un texto gracias a las explicaciones del traductor. Este momento tuvo un profundo impacto en mí». confía la joven que decidió dar un cuerpo de razonamiento a estos “artistas”.

Margot Grellier y Mathieu Dosse

Un formato íntimo y accesible: la firma de Langue à Langue

Lejos de las entrevistas tradicionales, Margot Grellier opta por invitarse a las casas de sus interlocutores, creando un ambiente íntimo que revela un lado único de su vida cotidiana. “Estar con ellos siempre me aporta algo especial”, confiesa. Sus escritorios, sus objetos e incluso la vista desde su ventana cuentan una historia. » Recuerda especialmente su estancia con Mathieu Dosse, un traductor franco-brasileño, donde la intimidad del entorno le permitió abrir una ventana a su imaginación. Desde su cocina, Mathieu describió una roca visible a lo lejos, en Vincennes, que le recordó las colinas de Río de Janeiro y le trajo recuerdos de la infancia. “Este detalle, a la vez banal y profundo, muestra cómo la vida cotidiana y la infancia se mezclan en el arte de la traducción”revela Margot.

Para ofrecer a su audiencia una verdadera riqueza cultural, Margot se esfuerza por variar los lenguajes y las perspectivas que se tratan en cada episodio. «Mi ambición es descubrir no sólo los idiomas, sino también las culturas que los moldean», explica. No quiero hacer un podcast solo para traductores. El objetivo es llegar a un público amplio, desde entusiastas de la literatura extranjera hasta aquellos simplemente curiosos que quieren entender cómo viajan las palabras. » Al promover el papel de los traductores, Margot también quiere cambiar la forma en que vemos la traducción, “a menudo percibido como una tarea técnica, cuando es un verdadero arte”según ella.

El viaje de Margot no termina en la producción de Langue à Langue. En paralelo compagina otros proyectos, como la producción de otros podcasts documentales para editoriales. Un doble sombrero que le impone un ritmo particular y que es difícil de mantener. “Producir un episodio requiere un trabajo minucioso, desde la preparación de las entrevistas hasta la postproducción. Los primeros episodios se emitieron casi un año después de su grabación » testifica Margot que viene a “redescubrir” sus episodios después de largos meses.

La traducción ante los peligros de la inteligencia artificial

A lo largo de su podcast y sus reflexiones, Margot Grellier plantea una cuestión importante en el mundo de la traducción actual: el creciente impacto de la inteligencia artificial en la profesión. Si herramientas como los traductores automáticos resultan atractivas por su velocidad y aparente eficiencia, su desarrollo plantea serias cuestiones éticas y artísticas. “Las IA son capaces de producir una traducción correcta, pero nunca alcanzarán la sutileza de la interpretación humana”dice Margot. Según ella, “Traducir no es palabra por palabra. Cada frase conlleva una atmósfera, una imaginación, que debe adaptarse a un nuevo público sin traicionar nunca la obra original. »

Margot Grellier ilustra esta idea evocando los mitos asociados a determinados elementos en diferentes culturas. “Tomemos el caso del bosque: en Francia encarna el misterio, mientras que en Polonia evoca resistencia y combate. La inteligencia artificial es incapaz de captar tales sutilezas, porque están implícitas en un contexto histórico, inaccesibles a un algoritmo. » La distancia entre el texto y la emoción traducida, Margot la describe como “División invisible”excavado por una IA que, por el momento, sólo está arañando la superficie de las obras. Si bien Margot reconoce que la IA puede constituir una herramienta de apoyo en determinados contextos, insiste en la necesidad de no confundir ayuda y sustitución. “Las IA no traducen una obra, dan una versión cruda y deshumanizada de la misma”.

Un futuro lleno de posibilidades: las ambiciones de “Langue à Langue”

Con Langue à Langue, Margot Grellier no sólo destaca una profesión que a menudo se pasa por alto; también abre el camino a una exploración más amplia e innovadora de las cuestiones culturales de la traducción. Su visión va más allá del actual formato de podcast, que considera un trampolín para proyectos aún más ambiciosos.

Entre sus proyectos más prometedores se encuentra la adaptación de “juegos de traducción” en formato audio. Se trata de concursos en los que dos traductores ofrecen diferentes interpretaciones del mismo texto y defienden sus elecciones. “Ésta es una forma viva de demostrar que la traducción es un diálogo, no una ciencia exacta. Cada decisión refleja una sensibilidad, un enfoque personal”explica Margot. Si el concepto encuentra público, ya imagina su extensión a eventos en vivo, con conferencias o talleres participativos. “La idea sería invitar a los oyentes a entrar en el proceso de traducción, a experimentar por sí mismos los desafíos que enfrentan los traductores. »

Margot también quiere dar cabida a los traductores que trabajan del francés a otros idiomas. “Los traductores desempeñan un papel crucial en la exportación de nuestra cultura y, a veces, sus desafíos son muy diferentes a los de traducir al francés. » La perspectiva invertida abriría así el podcast a una reflexión más amplia sobre la influencia de la lengua francesa en el mundo y sobre las adaptaciones necesarias para llegar a otros públicos.

Pero para Margot, el futuro de Langue à Langue está guiado sobre todo por su misión inicial: promover una profesión esencial pero a menudo invisible. “Traducir es mucho más que palabras. Es un puente entre imaginaciones, una obra de reinvención que merece ser comprendida y celebrada. » Langue à Langue nació de una pasión personal y su futuro promete resonar mucho más allá de los límites del texto y el lenguaje.